
Rafa Lorente
A.Suescun
14 de septiembre de 2020
El querer y no poder... Ser propietario
Quién se considera aficionado a las carreras de caballos siempre ha tenido en su mente el runrún de poder adquirir alguna vez un caballo y correr así con sus colores en los hipódromos. El problema de esa ocurrencia viene después, pasando de un anhelo ideal a la vida real al mirarse uno su cartera y su cuenta corriente. En ese preciso momento, aquella efímera ilusión o idea que se te pasa por la cabeza se evapora a la velocidad de la luz al ver que tu economía no da para tener un caballo en tu propiedad.
Cierto es que como casi cualquier cosa que se pueda comprar en el mercado los precios varían, pudiendo costarte un caballo relativamente barato, pongamos 1.000 - 2.000€, hasta llegar a cifras exorbitantes con muchos ceros de por medio. Claro, la cuestión no solo es comprar el caballo que te puede costar en un precio asequible en una subasta o compra directa, sino que hacer frente a todos los gastos mensuales que puede acarrear el mantener un atleta de esta índole. Pongamos que el gasto mensual de contar con un caballo en tu propiedad listo para competir te costará 1.000€ mensuales, pues entonces te das cuenta de que el mérito económico de ser propietario de un caballo de carreras es colosal. Menos mal que muchas personas pueden hacer frente a estos gastos, sino simplemente no habría carreras. Igualmente, cierto es que muchas veces son poco reconocidos esas labores de los propietarios de poner muchos billetes en sus inversiones, por lo que, qué menos que ellos se merecen un gracias enorme cuanto menos en estas líneas.
Sin embargo, volviendo a la realidad económica de un servidor, que se puede asemejar a muchos de nuestros lectores, el poder ser propietario no es tarea nada sencilla. Y eso que solo hablamos del hecho de ser propietario, ya que el poder sacar rentabilidad a nuestras compras es otra historia para llenar ríos de tinta. Partamos, por tanto, que rico casi nadie o simplemente nadie se va a hacer comprando un caballo campeón por un precio barato. Bueno, bonito y barato, pocas veces sirve en las carreras, pero que no sea por perder la ilusión…
En definitiva, partiendo de que la ilusión, el pasarlo bien o el querer cumplir un sueño dentro de tu afición es el objetivo por perseguir al ser propietario la modalidad de serlo es de lo más variado. Asimismo, descartando esa opción de ser propietario individual, porque básicamente tu bolsillo no lo permite, la opción de ser dueño de un caballo de carreras sigue intacta. La modalidad perfecta para ello sería la fórmula de sindicación o la de la multipropiedad.
Es verdad que no eres el propietario de un caballo al 100%, pero ese factor no es impedimento ninguno para poder disfrutar de igual manera de tu caballo como si fuese de tu propiedad en su totalidad. Ejemplos de cuadras multipropiedad en España podemos encontrar muchísimas. Algunas surgidas de la amistad ajena al turf, otras como la reunión de varios aficionados entorno a su hobby y algunas sin casi conocerse entre los diversos dueños que pueden existir entorno a un animal deciden juntarse en torno a un caballo.
Conozco casos cercanos como los de la cuadra Popurri o La Hora del Turf, por ser personas cercanas a mí. Gente de todo tipo. La mayoría de ellos aficionados que individualmente no podrían seguramente afrontar el gasto enorme de tener en propiedad un caballo de carreras, pero que han tenido la oportunidad de reunirse entorno a un sueño compartido entre otros aficionados al turf y así poseer un caballo de carreras. Una experiencia única y diferente de vivir este deporte desde lo más profundo y por un precio más módico.
¿Qué eres novato en este mundo y que no conoces a gente suficiente para montar una cuadra multipropiedad con otras personas? No hay ningún problema. Además de que las nuevas redes sociales permiten compartir afición de una manera digital fácil y sencilla, también podemos hablar de la opción de que las existentes cuadras multipropiedad de vez en cuando ofrecen la posibilidad de ser parte de sus proyectos deportivos, en España existen fórmulas como la de Nunca Se Sabe. Una opción que establece la posibilidad de hacerte con la participación de un porcentaje de alguno de los caballos que ofertan por un precio más asumible junto a otras personas como tú. De esta manera, en caso de que tu caballo obtuviera ganancias se repartiría en proporción a tus participaciones, lo mismo que si el caballo fuese vendido posteriormente a un tercero. Por tanto, una opción de adentrarte en la propiedad de un caballo, sin tener la necesidad de hacer grandes gastos ni conocer a más compañeros de viaje en tu nuevo proyecto turfístico. Podéis asimismo encontrar más información en la página web de Nunca Se Sabe.
Para finalizar, en unos tiempos en los que el turf español necesita propietarios, tanto nuevos como recuperar antiguos colores, no es mala opción poder aportar tu pequeño granito de arena a nuestro turf en modo de multipropiedad. La emoción de las carreras compartida con otras personas, viviéndola desde primera línea de batalla. Y es que el célebre dicho de “el querer y no poder” se ha ido reinventando también en el mundo de las carreras de caballos en el siempre costoso, pero casi exclusiva experiencia de ser todo un propietario de un caballo de carreras. Preparados, listos y ya, de ya a formar parte de una multipropiedad.